sábado, 6 de abril de 2013

Un número de pie más por culpa del embarazo

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Los pies sufren mucho durante el embarazo. Las molestias, dolores, edemas o rozaduras acompañan a muchas mujeres, que se ven obligadas a cambiar de calzado sobre todo en los últimos meses de gestación. En algunos casos, todo vuelve a la normalidad tras el parto; pero en otros muchos, las alteraciones se hacen permanentes, tal y como demuestra una reciente investigación.
Este trabajo, que publica la revista 'American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation', indica que en hasta en el 70% de las mujeres, los pies se vuelven más anchos y largos tras el primer embarazo. Aunque notables, estos cambios no son muy llamativos en todos los casos, por lo que muchas madres no tienen por qué darse cuenta.
En concreto, estos investigadores, dirigidos por Neil Segal -de la Universidad de Iowa (EEUU)-, han descubierto que la longitud de los pies puede crecer entre 2 y 10 mm, lo que equivale a medio número convencional.
Pies de mujer calzados con zapatos de tacón alto.Estos cambios, explican en la revista médica, se deben a una de las claves que permiten al cuerpo de las mujeres albergar un ser vivo en crecimiento. Gracias a distintas hormonas, los ligamentos y las conexiones óseas femeninas se vuelven más laxas y flexibles y esto incluye una disminución de la altura del arco del pie. En muchos casos, aseguran, esta alteración en el 'puente' se vuelve permanente.
Para corroborar su hipótesis, los investigadores realizaron un seguimiento a 49 mujeres embarazadas. Entre otras variables, realizaron distintas mediciones a sus pies durante el primer trimestre del embarazo y, posteriormente, cinco meses después de que hubieran dado a luz.
Los cambios, aseguran, eran palpables en un alto porcentaje de las mujeres, aunque sólo si se trataba de su primer embarazo. Es decir, posteriores gestaciones no aumentaban ni la longitud ni la anchura de los pies. Según Manuel Monteagudo, traumatólogo de la Unidad del Pie y Tobillo del Hospital Universitario Quirón de Madrid, estos cambios podrían explicar por qué algunos problemas -como el pie plano doloroso del adulto- "son mucho más frecuentes en mujeres que en varones". "Conocíamos estos cambios después del embarazo, aunque hasta el momento no se había cuantificado de una forma exhaustiva", señala este especialista, quien considera fundamental seguir indagando para saber a ciencia cierta si el aumento de la elasticidad en el pie que se produce durante el embarazo "puede tener alguna trascendencia" años después.

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